Resolvemos las dudas más habituales para que confiar en Gorriti Martínez sea tu decisión más sencilla

En nuestras viviendas, las ventanas y cerramientos son las superficies de menor aislamiento acústico, es decir, las zonas por donde más ruido se transmite. Esto es debido a que la masa de los cerramientos es mucho menor que la de los muros. Cualquier mejora del aislamiento acústico de una vivienda pasa necesariamente por una optimización de las ventanas. El sonido se transmite de dos formas, difracción y filtración:

• Mejorar la difracción: La difracción consiste en el ruido que “atraviesa” una masa. Se mejora básicamente instalando vidrios de mucha masa y de alta densidad (vidrios preferiblemente laminares) y se optimiza al elegir diferentes espesores de lunas con el fin de incidir mejor sobre frecuencias de vibración diferentes.
• Mejorar la filtración: La filtración debido a los orificios, aberturas y holguras en la carpintería, básicamente, las salidas de cinta en los cajones de persiana, y la falta de presión de las gomas de separación entre marcos y hojas son focos de entrada de ruido. Cuantos más y mejores puntos de cierre tenga nuestra ventana, menor será la filtración de ruido.

Resumen: Vidrios gruesos a poder ser laminares y de grosores diferentes. Preferiblemente vidrios triples. Ventanas de perfiles reforzados con herrajes perimetrales y muchos puntos de cierre. Persianas motorizadas.

Las fugas de calor en invierno y las entradas de calor no deseado en verano se producen fundamentalmente a través de los cerramientos y las ventanas. Hay materiales que oponen mayor o menor resistencia a la transmisión de calor. Los metales son conductores y por tanto permiten el paso de calor-frío (hierro, acero, aluminio…) La madera, los ladrillos, los materiales plásticos (PVC), lana de roca… son materiales intrínsecamente no conductores, es decir, aislantes. Para mejorar el aislamiento térmico de su ventana:

• Deberá elegirse un material con buena resistencia térmica, es decir, un valor de U bajo.
• Deberán instalarse así mismo vidrios con una U baja. Existen combinaciones de cámaras con gas argón y vidrios bajo emisivos que dan valores de U de 1.
• Deberán instalarse ventanas con herrajes perimetrales y abundantes puntos de cierre para evitar las fugas de calor por filtración entre marcos y hojas (gomas).

Es decir, cuanto más bajo sea el valor U del perfil de la ventana mejor será su aislamiento, lo mejor es instalar vidrios bajo emisivos que dan valores de U muy bajos, elegir carpinterías con alto número de cámaras interiores al perfil, optar por ventanas con herrajes perimetrales y abundantes cerraderos y exigir cajones de persiana con aislamiento interior.

Muchos factores aumentan el grado de vapor de agua en una vivienda: actividad humana, respiración, sudoración, plantas y flores, vapor del agua caliente de la ducha, vapor al cocinar… Ese vapor de agua flotando en el ambiente puede llegar a convertirse en gotas de agua favorecido por varios factores: baja temperatura exterior, humedad interior alta, temperatura interior inadecuada, aire estancado, materiales de construcción de “tacto frío” (valor de U alto)… Las ventanas son un área fría, por tanto, se ha de tratar de instalar carpinterías cuyo tacto sea lo menos frío posible, es decir, superficies con valores de U bajos.

Nuestras recomendaciones son:  

• Tratar de ventilar la vivienda con objeto de dejar salir el aire húmedo.
• Instalar ventanas construidas con materiales de tacto cálido, es decir, con valores de U bajos, vidrios bajo emisivos, PVC, madera…
• Colocar radiadores debajo de las ventanas.

Cualquier material para la fabricación de ventanas ha de tener un buen comportamiento térmico, es decir, ha de ser un mal conductor para evitar la pérdida de calor en invierno, evitar la entrada de calor en verano y dificultar la condensación en habitáculos con altos niveles de humedad, es decir, para aislar. Material mal conductor (U bajo) = Buen aislante. Los metales han sido históricamente usados en la fabricación de ventanas a pesar de ser materiales muy conductores. En la actualidad, los perfiles de Aluminio sin RPT o con baja RPT no pueden usarse en construcción ya que no cumplen el Código Técnico de Edificación, y por tanto, la legislación vigente. Es por eso que con el objeto de mejorar su resistencia térmica (bajar el valor de U) se realiza el proceso de ruptura del puente térmico, que no es más que la inserción de una pieza plástica (con valor de U bajo) entre la cara interior y la exterior del perfil de aluminio con el que se fabrica la ventana. De esta forma se mejora el valor U global del perfil acercándose en el mejor de los casos a la madera, pero todavía muy lejos de los perfiles de PVC y materiales plásticos similares. Existe mucha diferencia entre una buena y una mala RPT. A mayor sección del perfil, mayor será la sección de la pieza plástica insertada y por tanto mejor la RPT.

Como resumen:

• Es un proceso por el cual se mejora el aislamiento térmico de los perfiles de aluminio.
• Se obtienen valores similares a la madera en el mejor de los casos, y muy lejanos a los del PVC y similares.

El vidrio es un complemento necesario para que una buena ventana sea eficaz. Los vidrios bajo emisivos son vidrios cuya resistencia térmica es muy baja (valor de U bajo) y se obtienen mediante procesos de bombardeo de micropartículas. Con estos vidrios, se reducen de forma muy importante las pérdidas de calor por difracción. La combinación entre una ventana de altas prestaciones y un vidrio bajo emisivo supone un sustancial ahorro en calefacción y al mismo tiempo ayuda de forma muy eficaz a regular la condensación. Los valores de U en los vidrios con cámara pueden adicionalmente mejorarse con la inserción de gases en las cámaras (gas argón) o con la instalación de vidrios de doble cámara también llamados vidrios triples.

¡La pregunta no tiene respuesta! Se fabrican ventanas de PVC y de aluminio muy buenas…y muy malas. Sólo podría responderse a esa pregunta comparando dos ventanas concretas y analizando las diferencias entre ambas. Existen criterios objetivos que son medibles pero existen otros totalmente subjetivos o incluso de carácter estético. Hay grandes profesionales de la construcción partidarios del PVC y otros tantos defensores del Aluminio. Una mala ventana de PVC o de Aluminio será siempre una mala compra, y una buena ventana de PVC o Aluminio podrá ser una buena compra si se acompaña de un buen montaje y de un eficaz servicio técnico posterior.

Algunos factores que definen la calidad de una ventana:

• El material de los perfiles. Existen grandes diferencias entre un PVC y otro, al mismo tiempo que hay una significativa diferencia entre los propios perfiles de Aluminio.
• La calidad de los revestimientos. Los procesos de lacado, foliado, anodizado… El proceso de lacado puede medirse según su espesor (micras).
• Las diferencias estructurales de los perfiles. Número de cámaras, espesor de las paredes, ancho de los perfiles (58, 70, 82mm…), número de juntas de goma(doble junta, triple junta…)
• La calidad de los componentes. Gomas, manillas, persianas…
• La calidad de los herrajes. Diseño de herrajes, comportamiento frente a la corrosión, número de puntos de cierre, cierres de seguridad (antipalanca), herraje sencillo o herraje perimetral…
• La confección de la ventana. Corte, ensamblado, ingleteado, ajuste de todos los componentes…
• El montaje. Uno de los factores más importantes. Una buena ventana mal instalada es un foco de problemas.

El comprador de una ventana carece en la mayoría de los casos del conocimiento técnico necesario para diferenciar una buena ventana de una mala. Por ello, debe confiar en el profesional y dejarse asesorar por empresas de prestigio, como Gorriti Martínez.